Me comiste el coco poco a poco y la boca de un tirón.
Un gol siempre termina en abrazo,
de la ropa no dejaste ni un jirón.
Las dudas las dejamos a un costado
y con nuestros besos inundamos cada rincón.
Nuestros cuerpos quedaron aplastados,
arrasados de pasión.
(Esta amnesia momentánea no olvida el dolor)
Este fuego erigió un roble y en sus raíces estas vos.
Enchufe de mis sueños, tanto vino tinto tira abajo tus granaderos.
Uno por uno los vi cayendo.
Sin defensas, enroscados.
Jugando un fuego que nos juega a nosotros.
Nico y Nico.