4.9.12

Eso que fluye.

Me gusta porque se me es imposible adivinar su sentimiento.
Siempre hay algo nuevo y trae consigo una sorpresa.
Su cabeza es un misterio, su corazón una cueva.
Solo se puede saber aquello que cuenta,
aquello que su boca suelta...

Me gusta porque piensa, porque su lengua sabe hablar.
Sus pulmones respiran aire que se respiraba unas décadas atrás,
porque su tiempo no tiene agujas aunque eso lo haga ser impuntual.

Me gusta porque tiene dos oídos a los que le gusta emborrachar con toda esa música que me gusta escuchar.
Porque le encanta la letra y la palabra, 
y las aprecia y lo conmueven si salen de esta mente desordenada.

Me gusta porque su garganta grita con sinceridad
y te dice las verdades que vos no podes ni mirar.
Porque a pesar de todo no lo pudo corromper la sociedad, 
en esos ojos luminosos no hay atisbo de maldad.

Me encanta porque entre cuatro paredes quiere enseñar la libertad, 
porque, aunque no me lo dijo, adivino que en sus manos hay semillas de paz.
Me gusta porque ese mismo par tiene ganas de crear.

Me gusta porque no conoce el camino pero sabe donde va,
porque ambos pisamos firme pero nos gusta volar.
Porque sabe que no quiero nada serio pero sé que en algún momento ha de llegar.
Porque le tengo miedo al tedio pero sé que con él para eso no hay lugar.

Me gusta porque no lo quiero, 
porque es tanto y tan poco que me hizo recorrer el cielo.
Me gusta porque no lo extraño,
y aunque no sea nada, por lo menos es sano.