7.2.13

Estas ganas de verte no me caben...

Estas ganas de verte no me caben.
No me caben ni un poco.
Ni un poco en el hueco de mi oído, ni otro tanto en la profundidad de mi boca.
Ni una pizca en la cueva de mi ombligo, ni una cucharadota en el cuenco de mis manos.
Estas ganas verte inundaron todo el barrio,
trato de esquivarlas pero me hundo en cada charco.

No me caben ni a patadas en el cuerpo,
pero no se van ni aunque se los pida por favor
ni aunque les diga que lo que me piden me importa un cuerno.
No se espantan ni del fuego ni de los porrazos,
no las logro ahuyentar ni con frío ni con abrazos.

Estas ganas de verte no tienen ni pies ni cabeza,
son tan largas que no sé donde empezaron ni donde empiezan.
No me caben ni un poco, y a ellas no les cabe ni una
que las quiera enjaular,
encerrarlas bajo llave amordazadas para que dejen de chillar.

No me caben ni en gotitas en los ojos, ni en colores en los dibujos de mis sueños.
No me entran en la punta de la lengua cuando las quiero soltar,
ni en los brazos cuando te quiero tocar.