5.10.11

el doctor. por mi

Resulta que sí soy el “amor de su vida” y que recién ahora se acuerda de esas ruinas que dejó un día acá,
hoy viene a buscar un corazón que no late más.
Aunque tengo que admitir que me estas curando, estoy empezando a sanar.
Quizás no sea el momento, ni lugar, ni la forma para contarte lo que siento,
que cuando el sol asoma y no siento tu aliento se me hace difícil encontrar el firmamento
y sin embargo me resisto porque confundo entregar con regalar.

Capaz vos tenes razón y esta no es la manera correcta.
Pero, ¿cómo evitar todas esas palabras que se acumulan en mi boca?
Este corazón está que explota pero tartamudeo porque confundo confesar con vomitar.

Mi ansiedad no es más que el claro manifiesto de cuanto te deseo y mi perseverancia, la muestra de cuan resistente soy a tu paseo.
Mi insistencia se da cuerda diciéndose que nada de eso tiene tanto peso como lo tienen tus labios,
con un sabor que no es para pillos ni sabios.

Sucede que soy el “amor de su vida” pero mi vida no tiene cosa parecida… Al menos por ahora.
Cuando se me erizaba la piel no era solo el calor que desprendía tu cama.
Cuando volvía una y otra vez no era por tu espalda, eran mis ganas de sacar el frío de esa mirada,
mis ganas de ser feliz, las de sentirnos eternos.
Mis deseos de seguir y los de que mis problemas asistan a su entierro
pero aún así sigo confundiendo convicción con confusión.

Tu golpe podría matarme, o peor aún: hacerme sentir.
No quiero que pagues por los estragos que causaron en mí.
Cuando me tocabas y dejabas de sentir los latidos, me pareció más de una vez encontrar en vos un sentimiento parecido.
Me resisto a vos porque en tu pecho descansa la razón por la que voy a resistir
porque no distingo las diferencias entre compromiso y obligación aunque estoy empezando a dejar la costumbre y a escuchar al corazón.

Aunque por ahora el miedo a repetir mis errores me quite la certidumbre tengo la certeza de que sos vos mi doctor, con tu ansiedad, perseverancia e insistencia tengo el presentimiento de que me vas a sacar este amargo sabor.
Si bien ahora tengo miedo de entregarme al amor tengo la sensación de que no tardaré mucho más en confesarte mi convicción.
Pero a pesar de esto, sigo considerando el lastimar como una consecuencia irremediable de amar.

1 comentario:

  1. Me resisto a vos porque en tu pecho descansa la razón por la que voy a resistir
    porque no distingo las diferencias entre compromiso y obligación aunque estoy empezando a dejar la costumbre y a escuchar al corazón.

    Aunque por ahora el miedo a repetir mis errores me quite la certidumbre tengo la certeza de que sos vos mi doctor, con tu ansiedad, perseverancia e insistencia tengo el presentimiento de que me vas a sacar este amargo sabor.
    Si bien ahora tengo miedo de entregarme al amor tengo la sensación de que no tardaré mucho más en confesarte mi convicción.
    Pero a pesar de esto, sigo considerando el lastimar como una consecuencia irremediable de amar.

    OK BELÉN,OK .Increible te sarpas loca enserio

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